Camino lento, rápido, según mi necesidad.
Me detengo y miro los trenes pasar, eyectando gentes.
Ese ejercicio me gusta.
Leo los grafittis en las calles,
recuerdo una leyenda que rezaba:
"las paredes hablan de amor",
hace mucho tiempo de eso,
ahora las paredes
están eróticas,
pornográficas,
denunciantes,
entusiastas.
Jesús Navarro
1 comentario:
ahora las paredes son obcenidad, puro despilfarro y desfachatez, alguna que otra flor en el desierto pero luego pura soledad y porquería.
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